lunes, 2 de junio de 2008

Stonehenge

Debía de estar yo en 5º de E.G.B cuando oí hablar por primera vez de Stonehenge. Era en un libro del cole, creo que en el de inglés, donde venía un artículo sobre él. Este artículo explicaba que se trataba de un monumento neolítico de la Edad de Bronce, formado por megalitos construídos entre el 2ooo y el 25oo a.c.


Incluyendo una foto del conjunto, el libro contaba que las piedras estaban colocadas de manera que, por su posición, se podía adivinar la trayectoria solar, y que, la línea formada por algunas de ellas con la Piedra del Altar (el centro del círculo), marcaba el punto exacto por donde se ponía el sol en los solsticios de verano y de invierno, así como las salidas y puestas de la luna en los mismos.

A mí me fascinó.

Además, el artículo estaba cargado de un halo de misterio y de magia.... hablaba de un origen incierto que, a lo largo de los años, había dado lugar a unas cuantas elucubraciones sobre ritos y rituales religiosos, leyendas de druídas y toda clase de cuentos de hadas (o más bien de brujas) que, a mis 9-10 años, me dejaron totalmente petrificada.

Unos decían que era un templo romano dedicado al cielo. Otros, que era un templo de los druídas.... Hubo quien atribuyó su construcción al mago Merlín, que supuestamente habría traído las piedras desde Irlanda para conmemorar la muerte masiva de bretones. De ahí, decían... la forma de los megalitos, que recordaba a las vigas donde eran colgados los criminales, y por eso el nombre de Stonehenge (la Horca de piedra o La piedra del colgado). Otros aseguraban que era un círculo de gigantes petrificados, ya que era conocido como "La danza de los gigantes" y también, por supuesto, no faltó quien le colgara la medalla a Lucifer, que habría engañado a una pobre señora que tenía las piedras en su jardín, asegurándole que le pagaría tanto dinero como la cantidad que ella fuese capaz de contar en el tiempo que él acarreaba las piedras, para luego hacerlas desaparecer antes de que la señora pudiera contar ni la una.

Pero todas estas leyendas no eran más que eso, leyendas.... historias mágicas en las que creer cuando no hay ningún tipo de explicación lógica. Habría que esperar hasta el siglo XX para que alguien descubriera la relación del monumento con la trayectoria solar, y demostrara el origen astronómico del mismo. Así, hoy sabemos que se trataba de un observatorio solar, un lugar donde estudiar el movimiento del sol y la luna. Una especie de calendario para predecir la llegada de las distintas estaciones y que luego se convirtió en un lugar sagrado que hizo las veces de cementerio.

El proceso de construcción del monumento es también una incógnita. No se puede afirmar con certeza cómo se las apañaron para trasladar estas piedras de unas 30 tn cada una desde Gales hasta Salisbury y cómo las levantaron para formar lo que hoy vemos, en una época donde las únicas herramientas existentes eran troncos de madera y huesos de animales, con lo que todas las teorías sobre ello son sólo conjeturas.

Así que parece que lo único que tenemos claro es el cuándo, pero seguiremos preguntándonos el cómo y el por qué...

Aunque quizás sea mejor no saberlos? Todas esas incógnitas son las que hacen de Stonehenge un espacio mágico, y es por eso que a lo largo de los años se han celebrado aquí numerosas congregaciones, siempre de personas que rodean un círculo común, el de la magia y la brujería... el del misterio y lo desconocido...el de la conexión del mundo terrenal con el celestial.

Y así de mágico fue para mí en el momento en que lo descubrí, por eso se me quedó grabado en la memoria para siempre. Recuerdo con total claridad que al leer aquel artículo no podía dejar de imaginarme dentro de ese círculo de gigantes, viendo cómo el Sol se escondía exactamente detrás de aquella Piedra y dejaba paso a una noche estrellada que me empujaba hacia el mundo de las brujas, los hechizos y la MAGIA.
La pequeña Vanessita se prometió en ese instante que algún día iría a ese lugar taaaaaaaaaaan lejano y tan increíble para ella, así que aprovechando mi estancia aquí no podía dejar de asomarme por allí.


Es una pena que ya no lo vea con los ojos de Vanessita, que ya no crea en magias, en brujas ni en hechizos.... y que al final todo se quede en una excursión interesante y agradable. Ni siquiera pude estar en el centro del círculo, ya que lo tienen prohibido para "asegurar" la conservación del monumento, ni tampoco pudimos comprobar si el sol se pone por ese punto porque el último bus sale a eso de las 6, pero lo que más me gustó de esta visita es que, aunque parezca una tontería, para mí era la realización de un sueño. Y eso siempre trae buenos augurios...

Para terminar, os dejo la foto de esta piedra que llama bastante la atención. Podeis creer que alguien la talló cuando todavía no estaba cerrado el recinto o.... será un hombre convertido en piedra por algún brujo con mala leche???


3 comentarios:

japogo dijo...

Esto es cosa de los extraterrestres. Concretamente fue Raticulín, del planeta Ganímedes.
Aijj, ignorantes.

vanessa dijo...

Raticulín?? Ganímedes?? era familiar tuyo???? :P

japogo dijo...

Yo sólo digo: trrriii pipipitruijuyyyre-ñoc-ñoc-piiii-triunfrrriuugh. Ñogen. Ñogintium.