sábado, 26 de julio de 2008

Hogar, dulce hogar (II)

Me he vuelto a librar de vivir debajo del puente... mecachis!! yo que ya me había hecho a la idea....
El caso es que al final he tenido la suerte de encontrar morada de una forma sencilla, una vez más, heredando habitación de alguien que se iba de Londres (en mi línea...). En este caso se trata de Helena, la chica española de mi oficina, q nos abandonó para irse a terminar su proyecto fin de carrera (polígona!! mucho ánimo y acaba prontito que aquí te echamos de menos!!)
Así que, después de la dura mudanza acarreando maletas de aquí para allá en el metro, ya estoy instalada en mi nueva casa...

Bueno, ya no es una casa, ahora es un piso. He cambiado el patio por una pequeña terraza, y el enorme salón por una sala un poco más modesta

Y ahora vivo en un edificio que poco tiene que ver con la casita victoriana en la que vivía antes pero que tiene otras ventajas.

El tema es el de siempre: tienes un presupuesto limitado y por lo tanto no puedes tener todo lo que quisieras. Si quieres vivir en el centro, pagarás por la zona y tendrás que sacrificar la calidad de la vivienda, y si lo que quieres es vivir en una buena casa pues tendrás que irte a las afueras. Cual es la mejor opción?? pues no lo sé... Personalmente, durante mis años de estudiante yo siempre optaba por un piso un poquito peor en una zona un poquito mejor, ya que para mí es más importante ahorrar tiempo en desplazamientos que tener una habitación más grande o un salón más bonito. Cuando llegué aquí y empecé a vivir en la casita de Hammersmith aprecié el hecho de vivir en una zona residencial alejada del bullicio de la ciudad, en una casa acogedora, con un patio para salir a tomar el aire y sin escuchar absolutamente ningún ruido excepto el de los pájaros por las mañanas. Y sí, es realmente gratificante vivir en una ciudad y olvidarte de ella cuando llegas a casa, pero la verdad es que al final tanta tranquilidad también aburre un poco (al menos a mi), y el hecho de estar tan a gusto en casa y tan lejos de todo hacía que mi vida transcurriera más alrededor del sofá de mi casa que alrededor de Londres.

Ahora vuelvo a vivir en la ciudad, tengo el metro y los buses a dos pasos, y un montón de tiendas y bares al lado de mi casa. Estoy más cerca de la oficina, del centro y también de mis "amigos" londinenses, ya que la mayoría de la gente vive en el Este, pues es más barato. Todavía no sé si voy a estar mejor o peor, ya que sólo llevo aquí una semana, pero estoy casi segura de que el cambio ha sido para mejor.

Sigo viviendo en una calle bastante tranquila....


pero que está justo detrás de la calle principal de Angel, donde están todas las tiendas, los bares... y el movimiento

Y la verdad es que se estaba muy bien en Hammersmith, pero ahora que estoy aquí, me doy cuenta de que echaba esto de menos!

jueves, 17 de julio de 2008

Summer Party bajo la lluvia

El viernes pasado tuvimos la "Summer Party" de la empresa. De summer tuvo poco, pero de party bastante... los responsables? estos dos... los fundadores de la firma.

Se trataba de una fiesta de disfraces, y el tema de este año era "Beach Party". (Si.... yo también me pregunto qué cerebro pensador tendría tan genial idea) El caso es que allá nos fuimos todos con nuestros atuendos veraniegos y la esperanza de que esa tarde brillara el sol, ya que, aunque había estado lloviendo toda la semana, ese día por la mañana había amanecido despejado.

Pero nada, una Beach Party no tendría ningún sentido si hiciera calor así que los dioses decidieron que sería más divertido pasarnos un poquito por agua y se dedicaron a regarnos durante toooooooooooooda la tarde... bueno, al menos había sombrillas!

Aún así, la fiesta estuvo muy divertida, y la lluvia no nos impidió pasarlo bien disfrutando de una buena barbacoa (también pasada por agua)

...de unas cuantas cervecitas y Pimms (bebida oficial del verano aquí)

y de una buena compañía...

Eso sí, a las 11 de la noche para casa, que tampoco es cuestión de hacer excesos!


lunes, 14 de julio de 2008

Mea culpa ?¿

Hoy hizo un buen día en Londres. Por la mañana hizo sol, y aunque a mediodía ya estaba nublado y se levantó bastante viento, seguía haciendo calorcillo veraniego en la ciudad. Así que al salir de trabajar decidí que no era cuestión de desperdiciar el habitual buen humor que me acompaña en los no-tan-habituales-aquí días de sol metiéndome en el metro en hora punta para llegar a casa sudando como un pollo y rebozada en los sudores de los demás pollos londinenses, y aproveché la coyuntura para ir a tomar una caña con Pedrini, que además hacía mucho tiempo que no le veía. Así me ahorro la hora punta, y después me cojo el metro con tranquilidad, me dije yo. Quién me iba a decir a mí que ese pequeño detalle en un día normal y corriente como el de hoy me iba a dar para escribir un post....

Me despedí de Pedrini y me dirigí a la estación de Enbankment, donde cogería la District Line que me trae directa a Hammersmith. La estación estaba bastante vacía a esa hora, como es habitual. Buena señal, con un poco de suerte podría ir sentada todo el trayecto, lo cual es un lujo que sólo se consigue en contadas ocasiones. El tren llegó también bastante vacío, y desde el andén pude divisar a una persona levantándose del asiento más cercano a las puertas del vagón. Ese es el mío, pensé. Y analicé la situación... 3 personas estaban delante de la puerta para bajar del tren, y otras tres estábamos fuera esperando para subir. Me situé en la esquina derecha de la puerta, hacia el lado donde había quedado el asiento vacío y durante los dos segundos que tardan éstas en abrirse sopesé la posibilidad de hacer oídos sordos al "please, allow the passangers off the train first" y deslizarme por la esquinita del hueco para hacerme con el preciado asiento antes de que alguien entrara por la otra puerta y me lo arrebatara. Puerta doble, 3 personas, yo ocupo poco... malo será no? creo que por una vez puedo saltarme las reglas...

CRASO ERROR!!! aberración!! indecente de mí!!! CASTIGADLA!!!!

Y así se hizo... justo en el momento en que yo apoyaba el primer pie en la plataforma del vagón, no sin antes haber calculado que el espacio entre la persona que estaba delante y el final de la puerta era suficiente para que mi cuerpo pudiera escurrirse entre ellos, algo inesperado me hizo detenerme. La mole-con-mochila que se situaba delante de mí hacia mi izquierda se desplazó unos centímetros hacia mi lado para terminar situándose justo en frente de mi. El otro lado de la puerta ya estaba vacío, pues las otras dos personas ya se habían apeado, pero el "justiciero del metro" siempre está dispuesto a sacrificar su propia comodidad para aleccionar a aquellos que se lo merecen. En ese momento yo dije sorry y me quedé quieta, para acto seguido recibir no un empujón, sino un buen empujón, al mismo tiempo que un "excuse me" salía de la boca de tan recta e íntegra persona. Pero no era suficiente, mi falta había sido tan grave que me merecía un castigo mayor, así que al justiciero no le quedó más remedio que tomar las medidas necesarias, y en lugar de continuar su camino se tomó la molestia de inclinar ligeramente su cuerpo hacia atrás para, con un nuevo impulso, propinarme otro buen empujón, esta vez convertido en un buen golpe en el pecho que me hizo agarrarme a la barra para no caerme hacia atrás y que todavía me está doliendo un poco.
Mea culpa, me lo tenía merecido, así que el buen justiciero ya pudo marcharse con la conciencia tranquila, no sin antes dejarme de regalo un SSSSHHHTIÚPID!! acompañado de la mirada más llena de ira y de rabia que he visto en mi vida. Lógico, después de lo que yo había hecho...

Gracias a este suceso, mi buen humor desapareció de cuajo en ese momento y la sensación de felicidad que tenía se convirtió en una mezcla de sensaciones que pasaron por la culpa, la indiferencia, la rabia y la impotencia para terminar condensádose en lástima. Y es que me da pena pensar que hay miles de personas como esta, que viven en constante ira y en constante odio hacia "los demás individuos que no son yo", que culpan al resto del planeta de sus desgracias, que no saben lo que es sonreír y por eso no soportan que los demás lo hagan, y que se buscan cualquier excusa para descargar su furia con el primero que encuentran porque no son capaces de enfretarse consigo mismos. Vale que esta vez fue mi culpa, aunque la reacción no tiene justificación, pero no es la primera vez que veo a gente que va avasallando en el metro o en la calle, empujando a todo el que se cruza en su camino, y haciendo por cruzarse con la gente para poder pegarse con ella.

Así que a todos vosotros, justicieros del metro, empujadores y demás despreciables personajes del estilo, aunque probablemente nunca me lea nadie como vosotros... si teneis un mal día, una mala época o una mala vida... los demás no os tenemos la culpa!! iros a casa y no salgais de allí, pero no lo pagueis con la gente que, al contrario que vosotros, somos felices.

domingo, 13 de julio de 2008

Let´s go dance

Esta semana tuvo lugar en las calles de Londres el Big Dance 2008. Se trata de un festival que intenta promover el baile como una forma de arte, de diversión y de ejercicio físico, que no entiende de edades y que además sirve como punto de unión entre las distintas culturas. Para ello, se organizaron unos cuantos eventos "bailarines" durante estos días en los que todo el mundo podía participar.

Como siempre... yo me enteré tarde, pero al menos pude asistir al cierre del festival, y aunque ya no podía participar, pues había que haberse inscrito antes, sí que pude acercarme a curiosear, ya que la idea me parecía de lo más interesante.

Tenían una página web donde colgaron unos vídeos con 3 tipos de coreografía diferentes para la misma canción. Cada uno de ellos iba con un color, así que tú te dabas de alta, escogías un color y te aprendías el baile correspondiente. Con eso, te ibas a Trafalgar Square y.... a bailar!

El resultado, lo que veis en las fotos, la plaza llena de gente de todas las edades y de lugares diferentes bailando al mismo tiempo una misma coreografía.


Y es que el baile no tiene fronteras y, cuando se trata de diversión... todos somos iguales!

Por supuesto, podías ver a algún que otro despistao luchando por seguir los pasos sin ningún resultado, pero ... se les perdona!

lunes, 7 de julio de 2008

Gremlins de media tarde

Todos recordamos la película Gremlins, donde aquellos encantadores seres de mirada bondadosa y sonrisa inocente se transformaban de repente en una manada de monstruos horripilantes y destructivos que hacían estremecerse a más de alguna criaturilla.

Pues la película podría estar perfectamente inspirada en el comportamiento de algunos individuos (por no decir la mayoría...) procedentes de este país en el que me encuentro (y de muchos otros). Resulta sorprendente ver cómo estos educados, respetuosos y atentos sujetos que cada mañana te preguntan qué tal estás, te ceden el paso para entrar en el ascensor, te piden perdón por respirar tu aire y te dan las gracias por darles un pisotón, se convierten irremediablemente en víctimas de una cruel mutación una vez llegado el anochecer (Y digo anochecer porque aquí tonight es a partir de las 6, pero con anochecer me refiero precisamente a esa hora)

Al igual que al Gremlin no se le puede dar de comer después de la media noche, a un inglés no se le puede dar de beber después de la media tarde, pues te expondrás a un grave peligro...

Pero sí que se les da, y entonces empieza el proceso de metamorfosis, que no dura más de media hora. Durante ese corto período de tiempo, el inocente mogwai ya se ha tragado unas 6 cervezas, y va camino de la barra a pedir la siguiente. Para entonces, la transformación ya se ha hecho patente. El individuo se levanta de su silla con dificultad, apoyándose en quien tenga a su lado para no caerse... la camisa, que antes llevaba perfectamente ceñida a su cintura, ya sólo conserva una esquinita por dentro del pantalón, y una evidente mancha de sudor empieza a extenderse, tanto a lo largo de su espalda como de su pecho. Su pelo está apuntando hacia todas las direcciones posibles, cuando hace media hora estaba perfectamente acomodado en su cabeza... su voz se ha convertido en un sonido constante y atronador que sólo es interrumpido por alguna que otra explosión repentina y escandalosa que algunos darían en llamar carcajada, pero que está más cerca de un ataque epiléptico...

Una vez adquirido este nivel, y ya provisto de su nueva bebida, el individuo está preparado para el paso siguiente, y en lugar de volver a su sitio, decide que es hora de bailar, así que empieza a contornearse con un movimiento arrítmico de brazos y piernas totalmente desligado de la música, y poco a poco va aumentando el compás hasta que el baile queda reducido a una especie de convulsión frenética que además viene acompañada de un rápido desplazamiento circular alrededor del local y frotamiento pertinente contra los demás individuos de su especie. En ese momento, el mogwai ya es un auténtico gremlin, y así continuará hasta la salida del sol, que le hará volver a su estado original.


NOTA: Este fenómeno no afecta únicamente a los individuos macho, sino que las hembras también sufren el mismo proceso, y su comportamiento es exactamente igual al descrito anteriormente.

En realidad, estamos acostumbrados a ver transformaciones de ese tipo en las personas, en cualquier país y en cualquier lugar, y no es algo que nos sorprenda, pero aquí parece que se hace más evidente, o al menos para mí. Dejando aparte el hecho de que la sobreeducación que muestran habitualmente se les cae del bolsillo cuando tienen una cerveza en la mano (y con eso sí que no estoy de acuerdo pero es otro tema...) me llama la atención ver a la gente perder totalmente el norte un martes a las 7 de la tarde, y perderlo en menos de una hora. Me sorprende que la gente no quede "para salir" sino que quede "para beber", y me parece increíble que el estar de resaca sea un motivo justificado para no ir a trabajar.

Y es que aquí la consumición de alcohol está totalmente aceptada por la sociedad, se habla de la bebida con total naturalidad y nadie se avergüenza de pillarse una borrachera en un día de semana porque es algo que hace todo el mundo. En España, sin embargo, el alcohol sigue siendo un tema tabú y es algo que está mal visto, pues alguien que bebe hasta tambalearse no es una persona decente. Mucho menos si es una mujer, y menos aún si es un día laborable por la tarde.

En este sentido... vamos un paso por detrás de otros países?? son este tipo de cosas una muestra de la evolución de un país? o por el contrario evidencian una involución??