domingo, 23 de noviembre de 2008

Nos hemos mudado

Este blog se ha cambiado a una nueva dirección. A partir de ahora podeis encontrarme aquí:

http://3segundosdememoria.wordpress.com/

nos vemos allí, siento las molestias!!!

jueves, 6 de noviembre de 2008

El Scramble Kousaten

de Shibuya (Tokio) que seguramente más de una vez habeis visto en la tele...



dicen que es el cruce más transitado del mundo. Si contais el número de cabecillas que se ven en el vídeo y lo multiplicais por el número de veces que el semáforo se pone en verde al día (este dato no se proporciona, es el truco del problema) debería daros la modesta suma de "más de un millón", que son las personas que pisan este cruce en un día normal.

Y para subir nota... teniendo en cuenta que estamos hablando de una importante zona comercial... a cuánto ascenderá esta cantidad el primer día de las rebajas??
Yo me mareo sólo de pensarlo!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Japoneses encantadores

Lo que más me sorprendió de Japón fue sin duda todo lo que se refiere a la educación de sus habitantes. Ya había oído hablar de que es uno de los países más civilizados y seguros del mundo, pero aún así me sorprendió comprobarlo con mis propios ojos.

Los japoneses son increíblemente amables y serviciales. No sólamente en tiendas, restaurantes y demás recibes un trato inmejorable, sino que además la gente por la calle también se vuelca en los demás. Cada vez que preguntábamos cómo llegar a un sitio o algo por el estilo se desvivían por ayudarnos y, aún cuando muchos no hablaban nada de inglés, buscaban la forma de decirnos cómo llegar, ya fuera haciéndonos un croquis o llevándonos ellos mismos hasta el sitio al que queríamos ir. Si preguntábamos en una tienda no sólo dejaban de hacer su trabajo (incluyendo dejar de atender a los clientes que están esperando en la cola) para ayudarnos, sino que además movilizaban a todo el personal para que nos ayudaran también. Todo esto con la mayor de las sonrisas en sus caras, y dándose prisa para no hacerte perder tu tiempo!

Si estás en medio de la calle mirando un plano es muy raro que alguien no se pare y te pregunte si necesitas ayuda, y si se da el caso de que no saben dónde está el sitio te piden mil perdones por no poder ayudarte y se marchan afligidos. En una ocasión, yo paré a una señora por la calle para preguntarle una dirección. La señora dudaba un poco, así que estaba mirando mi plano para aclararse. Mientras tanto, yo veía que otra gente se iba acercando a preguntar qué estábamos buscando. Cuando me di cuenta, tenía a unas 5 personas a mi alrededor, indicándome por dónde tenía que ir! Ese mismo día un poco más tarde, estaba yo bajo la lluvia esperando a que el semáforo se pusiera en verde cuando un chico a mi lado me ofreció meterme debajo de su paraguas. El chico no hablaba mucho inglés pero me preguntó hacia dónde iba y resultó que su oficina estaba hacia el mismo lado así que estuve un rato caminando con él bajo su paraguas. Cuando llegamos al punto en el que nos teníamos q separar porque yo iba hacia un lado y él hacia otro, me ofreció quedarme con su paraguas, y a pesar de mis negativas me obligó a cogerlo y se marchó mojándose a su trabajo.

Se hace extraño porque en España o en muchos países europeos si alguien trata de ayudarte lo primero que haces es desconfiar. Si te dicen que te llevan al sitio inmediatamente dirías no, gracias, ya voy yo sóla, y si alguien se acerca a preguntarte si necesitas ayuda lo primero que piensas es que va a intentar robarte la cartera. Esto no pasa en Japón, allí puedes confiar en la gente y sabes con certeza que no van a intentar engañarte, sino todo lo contrario. Nos llamaba la atención que muchos japoneses llevaba carteras alargadas (del tamaño de los billetes) en los bolsillos traseros de los pantalones, quedando a la vista más de la mitad de la cartera. En nuestro país, eso es lo que se llama "pedirlo a gritos", sin embargo allí las llevan con total tranquilidad, y a nadie se le pasa por la cabeza que alguien pueda intentar quitársela.

Como os podreis imaginar, para una paranoica de los atracos como yo, este es el país ideal, y sólo por eso ya me gustaría irme a vivir allí. Es una putada que no sepa japonés, pero... quién sabe? quizás algún día...

En la foto, con un japo muy majo que conocimos en uno de los trayectos en tren. Después de intercambiar algunas palabras se empeñó en hacernos unas cuantas fotos, y acto seguido nos las envió por correo electrónico desde su móvil.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Abróchense los cinturones. Despegamos

Se me hace muy difícil escribir sobre el viaje. Son tantas cosas las que quiero contar que no sé ni por dónde empezar ni cómo. Primero empecé escribiendo una especie de relato en el que iría contando lo que hicimos cada día pero pronto me di cuenta de que había muchas cosas que se superponían, impresiones que fueron cambiando a lo largo del viaje, ideas que se fueron complementando, aclarando, o confundiendo, y me he convencido de que lo que más me ha gustado de este viaje no han sido los sitios concretos que he visto, sino un conjunto de muchas cosas que abarca lugares, personas, sensaciones, etc, así que al final he decidido cambiar el relato coherente y organizado en el tiempo por una recopilación desordenada de lugares, impresiones y observaciones que condensen la imagen que se me ha quedado de Japón.

Lo primero que tengo que decir es que para mí este viaje no ha sido sólo el lugar al que íbamos, sino la gente con la que lo he compartido. Después de casi 6 meses en Londres me hacía falta de verdad volver a estar con mis amigos de siempre, poder hablar español las 24 horas del día, recordar viejos tiempos, guardar nuevas anécdotas... en fin, que estos 15 días para mí han sido una bocanada de aire fresco que hacía tiempo q venía necesitando.
Los culpables: Dalai Gon, Bonsai, Nata y Shin San, con la colaboración especial de Ignacio y Chikara, que aunque sólo pudieron acompañarnos durante unas horas, hicieron que ese tiempo fuera muy especial. Para todos ellos, los siguientes posts.

Arigato gozaimaaaaaaaaaas


martes, 28 de octubre de 2008

15 días en octubre

Ya estoy de vuelta, qué poco duran 15 días! después de estas dos semanas increíbles (de las q empezaré a hablar en breve) he aterrizado en un Londres a 10 ºC (y bajando), he dormido unas 40 horas seguidas y, todavía con jet-lag he llegado a mi oficina, para encontrarme con la reubicación de todo el personal y comprobar que a la mitad de la gente la han mandado al piso de abajo, que mi nueva posición está flanqueada por todos mis superiores y que de repente el gato le ha comido la lengua a todo el mundo y lo único que se escucha en todo el día es un silencio sepulcral que está empezando a rayar mis neuronas. Por si fuera poco, nos han quitado el itunes de los ordenadores, porque parece ser que es un software ilegal o algo así, y nos han "pedido" que borremos toda la música de los ordenadores, ya que tener archivos de música sin copyright se considera "una ofensa" para la empresa. Además de esto, a eso de las 4 empieza a anochecer y cuando salgo, a las 5.30, ya es noche cerrada... genial!! esto tiene toda la pinta de una de esas depresiones postvacacionales...menos mal que yo nunca he creído en esas cosas!
En fin, habrá que intentar llevarlo con humor y paciencia, al fin y al cabo, si estoy aquí es porque yo quiero, no? al menos puedo alimentarme del recuerdo para sobrevivir, peor sería no tener nada que recordar...


viernes, 10 de octubre de 2008

Que Buda nos pille confesaos...

DNI, tickets, teléfonos, yenes, desodorante!!! qué estress!!!!! se me olvida algo seguro!!

Por fin, amigos, por fin!!! ha llegado la hora... dentro de un rato estaré saliendo hacia el aeropuerto para coger un vuelo a Helsinki, donde me reuniré con el resto del equipo y continuaremos rumbo a Japón.

Un ticket de avión, unas cuantas reservas de albergues y un interrail para viajar en cualquier tren sin limitaciones. 5 amigos,15 días y un país fascinante ante nosotros... Ahí vamos!!!

domingo, 14 de septiembre de 2008

"Detrás de toda hermosura hay algo trágico". Oscar Wilde

Dorian Gray es un espectáculo de danza en el que Matthew Bourne recrea la obra de Oscar Wilde (libro que por cierto, os recomiendo) trasladándola al tiempo actual a través de un paralelismo con la "cultura de la imagen" que inunda el mundo de la publicidad.

Una interpretación de la obra muy interesante en la que los personajes de la novela original se convierten en una serie de figuras que nos resultan muy familiares hoy en día. El mundo de la publicidad, de la televisión, la moda, la propaganda... y el mundo de la imagen en su doble vertiente. La imagen como estampa, como inmortalización de un instante a través de una cámara fotográfica, y la imagen como obsesión que tanto preocupa a la sociedad actual.
Una reflexión sobre el peligro que conlleva la fama, la falsa realidad que genera el éxito y la fragilidad de ese mundo de la apariencia, y cómo todo esto consume el alma de este Dorian Gray particular.

La analogía con el libro, en mi opinión, no podía ser mejor, y el espectáculo de baile me pareció impresionante pero también debo decir que, para mi gusto, flojeó un poquillo en términos de... cuál es la palabra?? emotividad? Me faltó sentimiento, eché de menos dramatismo en escenas clave de la obra. En especial al final, me pareció que el espectáculo bajaba de tono, daba la impresión de que se intentaba difuminar el momento más importante de la historia, alargándolo y haciéndolo más progresivo y menos impactante,
cuando creo que debería ser al revés...

Aún así, me gustó mucho, y desde luego no debe de ser fácil enfrentarse a una obra del nivel de ésta, así que le doy un notable (el sobre lo tiene el libro, por supuesto) y os recomiendo que vayais a verlo si teneis oportunidad. Eso sí, leeros el libro primero, si no creo que no tiene gracia.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Cuánto vale ser "culto" ?

La agenda cultural de Londres es infinita. Es imposible abarcarla porque en un mismo día habrá unos 10 espectáculos que te interesen, con lo cual no puedes ir a todos. Pero por si acaso tuvieras el don de poder teletransportarte o de poder estar en 4 sitios a la vez, ya hay algo que se encarga de evitar que lo hagas: tu cartera. La cultura es cara. Es carísima. También hay que decir que hay espectáculos buenísimos, que realmente valen el precio de la entrada e incluso más, pero inevitablemente se convierten en algo sólo al alcance de los ricos.
Por suerte, hay muchos festivales donde puedes presenciar un montón de actuaciones gratuítas, además de otras iniciativas como proyección de películas o teatro al aire libre.
Este pequeño teatro al aire libre, The Scoop

abre sus no-puertas en verano para ofrecernos unas cuantas obras de teatro sin pagar ni un duro. Por supuesto, las butacas no son cómodas, y si hace frío te puedes pillar un buen catarro al estar dos horas allí sentado, pero ese es un precio más que razonable por una obra de teatro, no?
Hace unas semanas, aprovechando la corta estancia de Tania y Tamara en Londres, fuimos a ver dos obras de teatro allí.
La primera, Bodas de Sangre, de Federico García Lorca

Quitando una serie de intento-de-baile-flamenco que se marcaron los actores y que desataron la más profunda indignación de Antonio (amigo sevillano de las chicas) nos gustó mucho a todos, a pesar de que tuvimos que hacer nuestra propia interpretación personal de la historia, ya que se nos escapaban unos cuantos diálogos en inglés...

Una gran demostración de que para hacer teatro bien hecho no hacen falta muchos recursos.

Otro día fuimos a ver Petit Rouge, una adaptación del cuento de Caperucita roja convertido en musical.

Aunque esta vez la interpretación fue más que personal, pues del inglés cantado no pillábamos ni dos palabras y la historia poco tenía que ver con la que todos conocemos... aún así, nos resultó muy divertida.

Los actores eran los mismos, y lo hicieron igual de bien que en la anterior.

Por cierto, alguien recuerda que hubiera ranas en casa de la abuelita??

Otro lugar donde puedes ver teatro por un módico precio es en el Shakespeare´s Globe Theatre. Por unas 5 libras puedes ver una obra de Shakespeare, con el inconveniente de estar de pie (y todos sabemos que estas obras no suelen ser precisamente cortas...) y de mojarte si empieza a llover.

La primera vez que fui vi El sueño de una noche de verano. Ésta duró unas dos horas, y a pesar de que estuvo lloviendo sin parar, lo soporté bastante bien. La segunda vez, Timón de Atenas, duró como tres horas, y ahí mi espalda sí que se resintió bastante. Aún así, este teatro es increíble, y estás viendo a muy buenos autores a tres metros de distancia, con lo que no quieres que se acabe la obra aunque estés temiéndote que tus piernas te vayan a fallar de un momento a otro.

Y por último, a veces los pobres también podemos encontrar nuestro huequecillo en espectáculos más caros, ya que en algunos teatros ponen a la venta una serie de tickets llamados "restricted view seats", que significa que a lo mejor tienes una columna delante, o que estás en una esquina del teatro desde donde no puedes ver el escenario al completo, pero que valen 10 libras. Con estos tickets entramos ayer en el Sadler´s Wells Theatre, que además está cerquita de mi casa, para ver Dorian Gray. Nuestras "butacas" eran unos taburetes en una esquina muerta del teatro, desde donde tenías que inclinarte para ver el escenario, sin poder alcanzar a ver la esquinita derecha del mismo, pero como estaba bastante cerca se veía bastante bien, creo que incluso mejor de lo que se puede ver desde cualquier "gallinero" sin prismáticos así que por el precio que pagamos, mereció la pena.

La "revisión" de este espectáculo.... otro día (Alberto, va por tí :P )

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Appearing Rooms. Jeppe Hein


-Nos metemos?

-No, que nos vamos a mojar. Mira cómo están todos... empapados!!

-A ver, están empapados los niños porque no controlan cuando salta el agua y les pilla, pero si te metes dentro no te mojas

-Seguro que dentro no te mojas??

-Que siiiiii, no ves que el agua cae hacia afuera?

-Pues venga, vamos!!! ahora!!!

-Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!

-Anda! pues sí que que te mojas dentro...


domingo, 31 de agosto de 2008

Quiero tener mi propia caja

El otro día iba paseando por la orilla del río con unas amigas y de repente nos encontramos con esto. Un grupo de 4 personas muy bien vestidas iban cargando con una caja de cartón en la que se podía leer el cartel de "se vende".

La posaban en el suelo y, jugando el papel de agentes inmobiliarios empezaban a preguntar a los niños que pasaban por allí si querían meterse en la caja. Primero metían un niño y cerraban la tapa, y desde fuera le preguntaban: cómo estás ahí dentro? el niño gritaba: bieeeeennn!!!! y los agentes gritaban contentos: está bieeeeen!!!!

Luego metían otro niño, y otro, y otro, haciendo siempre el mismo juego. Al final, tenían 4 niños dentro, y les volvían a preguntar si estaban bien. Los niños, por supuesto, contestaban contentos que estaban bien así que ellos alardeaban de la calidad de la propiedad que estaban promocionando. Al final sacaban a los niños y les preguntaban si querían comprar la caja, le daban a cada uno su contrato de compra y les felicitaban por su adquisición. Luego cerraban la caja, la subían a hombros y continuaban su camino.

Esto no duraba más de 5 minutos, y luego irían parándose en otros lugares a lo largo de la ciudad. Me pareció una forma muy original y divertida de protestar por el tema de la vivienda. No decían nada al repecto ni repartían ningún tipo de panfletos, pero no era difícil darse cuenta de lo que estaban representando. Además, hacían muy bien su papel.

Y es que en España nos quejamos por el tema de vivienda, pero creo que aquí es incluso peor. Para que os hagais una idea, yo pago 600 libras mas gastos al mes por una habitación en un piso compartido, que vienen siendo unos 800 euros. Vale que es un buen piso y está bien situado, pero ya he visto unos cuantos por el mismo precio en condiciones muchísimo peores. En Londres es difícil bajar de las 500 libras, por supuesto siempre compartiendo, a no ser que te metas en un piso de 4 habitaciones donde viven 10 personas, te vayas a la zona 4 o cosas por el estilo. También están los pisos donde el salón se ha convertido en una habitación y se reparte un poco más la renta, pero hablando de pisos normales, y sin salir de la zona 2 yo no he visto nada decente que baje de lo que yo estoy pagando ahora. Es más, he visto cosas bastante "indecentes" por ese precio e incluso más.
Ahora cuando pienso en lo que pagaba en Galicia me da la risa. Durante mis años de estudiante solía pagar unos 120 euros al mes, estando en pisos pasables y bien situados. El último año fue cuando más pagué, pero eran 185 euros por un piso que estaba muy bien y en una de las mejores calles de Coruña (siempre compartiendo). Vamos, que con la mitad de lo que pago aquí podría alquilarme un piso para mí sóla en cualquier ciudad de Galicia.

Ya sé que es absurdo hablar de precios de vivienda sin hablar de sueldos, pero no es difícil suponer que aquí los sueldos no quintuplican los de allí, mientras que el precio de la vivienda sí lo hace. Si a eso le sumas que el nivel de vida aquí está mucho más alto, me atrevería a decir que Galicia es un paraíso para recién licenciados (en cuanto a este tema)

Si hablamos de Madrid o Barcelona la cosa cambia, y por lo que he oído no difiere mucho de lo que tenemos en Londres, pero como no lo he vivido no puedo comparar (espero vuestros comentarios) Tampoco puedo hablar de la compra y las hipotecas porque ya eso ya son conceptos que han desaparecido de mi base de datos, pero supongo que la relación viene a ser la misma que en los alquileres.

Con este panorama, si decido quedarme aquí unos años o quiero irme a otra ciudad grande tengo que asumir que nunca voy a poder comprar un piso, y que probablemente siga compartiendo a los 40 (bueno, los de Friends lo hacen y no están tan mal, no?). Ahora bien, si vuelvo a Galicia podré meterme en una hipoteca, pero eso significaría el final de mi vida y de mi libertad, con lo cual llegaría a los 40 viviendo sóla en un piso propio del que no puedo salir porque no tengo dinero para otras cosas, y lo peor es que esto se alargaría hasta el final de mis días.
Qué opción tenemos entonces? tendré que volver a Galicia y compartir piso hasta los 40 para ahorrar dinero y poder hipotecarme a los 50? o vuelvo a casa de mis padres y sigo chupándoles la sangre hasta los 60 para que luego mis hijos me chupen la sangre a mi hasta los 70? y todo esto ....no debería haber podido planteármelo a los 22??

martes, 26 de agosto de 2008

Welcome the world

Pero a dónde va toda esta gente???

Y tanta policía???

Y ese helicóptero??

pero qué pasa aquí???

Pues si estamos a finales de Agosto, y suponemos que esto es Londres... no podemos estar hablando de otra cosa que del Carnaval de Notting Hill. Según dicen, es el carnaval más grande de Europa, siendo sólo superado por el carnaval de los carnavales, por supuesto, el de Río, pero yo voy a decir así en bajito que creo que lo de grande se refiere al número de personas que asisten a él y a los kms que ocupa. No puedo negar que es impresionante, creo que en mi vida había visto tanta cantidad de gente a mi alrededor, que allí mirabas para un lado y veías esto...

mirabas para el otro y veías esto...

y asín sucesivamente si seguías girando la cabeza.
Na, un millón de personas, así aprox... dicen que asistieron (imos) aunque a mí me parecían incluso más.
Ahora bien... lo que es el carnaval en sí, tengo que decir, también en bajito, que me decepcionó un poco, al igual que a los que iban conmigo. Bueno, he de comentar que aquí el carnaval como lo conocemos nosotros no existe (que ya os veía yo con la intención de veniros con la minifalda de vuestra hermana, la peluca rubia y los tacones...), y esto que ellos llaman carnaval consiste en festivales callejeros en los que un determinado grupo cultural (o varios) montan un desfile de carrozas y disfraces que se convierte en la excusa perfecta para liarla gorda.

En este caso son los miembros de la cultura Afro-caribeña, con su particular sentido de la fiesta, del color y del baile-menea-tu-culito los que llevan encargándose de levantar semejante espectación desde el año 1966, con la intención de dar respuesta a las discriminaciones raciales de las que son víctimas y siempre bajo la premisa de una convivencia pacífica entre culturas.

Miles de puestos de comida y bebida a lo largo de las calles, y un montón de escenarios de música salpicados entre ellos donde los diferentes colectivos se apelotonaban para mostrarnos sus dotes de baile y la forma de divertirse de sus correspondientes países.

El desfile, en mi opinión, dejaba mucho que desear... También influye el hecho de que no vieras un carajo nada entre toda la multitud, pero lo poco que pudimos atisbar creo q sería suficiente para que cualquier Canario que se precie soltara algún comentario al respecto.

Que siiiiiiiii, que había trajes muy chulos, que la mezcla de colores, de plumas, de ritmos y demás es muy interesante pero...... el más grande de Europa??

Ahora bien, como fiesta en la calle es simplemente descomunal. Allí todo el mundo cantaba, bailaba, reía, gritaba.. soplaba el silbato-flauta-corneta-o-lo-que-fuera, comía, bebía.... en definitiva, todo el mundo disfrutaba de una buena fiesta, mezclándose con la multitud y pasándoselo en grande. Una buena forma de demostrar que todos somos iguales, y es que a la hora de divertirse no hay diferencias, seamos de donde seamos, a todos nos gusta pasarlo bien!

Y a pesar de que nosotros no estábamos muy metidos en el ambiente, sí nos dimos cuenta del buen rollo que se respiraba, que para ser una congregación de un millón de personas entre las cuales más de la mitad están totalmente alcoholizadas, allí no vimos ningún tipo de percance. Claro que igual en esto tienen algo que ver los cientos de policías que había en cada esquina...

Las noticias dicen que al final el carnaval terminó en violencia, con unos 300 detenidos y no sé cuantos heridos, pero creo que eso es algo inevitable en un evento de estas características. Es una pena que una fiesta termine de esa manera pero qué le vamos a pedir a este mundo. Aún así, me parece que el balance está bastante bien, y que de no ser por la organización y la seguridad londinense podría haber acabado muchísimo peor.

En fin, tendré que ir al de Río, más que nada para poder comparar, no?


viernes, 1 de agosto de 2008

La otra cara de la moneda...

Hoy me siento triste. Hoy ha sido uno de esos días (uno de los muchos que ya habido, que habrá, y a los que ya puedo ir acostumbrándome) en que alguien se despide de Londres, y por lo tanto de mi. Y es duro.

Londres es una ciudad increíble, no puedo decir lo contrario. El ritmo al que se mueve es vertiginoso y todo lo que puedes descubrir, vivir, sentir aquí es algo que yo no sería capaz de expresar con palabras. Londres es cambio. Londres es movimiento y es velocidad. Y eso es precisamente lo que me atrae de esta ciudad. Pero esa incesante transformación, ese ir y venir de sensaciones, de gente, de lugares, de impresiones... que no dejan de sorprenderte cuando llegas, es precisamente lo que de repente se vuelve contra ti y te hace odiar todo eso.

Llegas a esta ciudad y todo es nuevo. Todo te
fascina. Cada día es un descubriento, ya sea de un lugar, de una persona, de un sabor, de un olor... y eso mantiene tu mente distraída. Apenas tienes tiempo para pensar en lo que has dejado atrás sin que te atropelle lo que tienes delante y por lo tanto lo que haces es dejarte llevar por la corriente sin pensar en nada. Pero aún así, cada vez que haces un nuevo descubrimiento, cada vez que te sientas al sol en un parque o ves algo divertido en la calle... cada vez que haces una de esas cosas que te gustan, no puedes evitar pensar en la gente con la que te gustaría compartirlas, y les echas de menos.

Entonces empiezas a conocer gente aquí, empiezas a compartir cosas con esas nuevas personas que ahora ocupan tu vida, y esa gente empieza formar
parte de "tu gente". Por supuesto no son tu familia, ni tus amigos de toda la vida, pero poco a poco vas cogiéndoles cariño y te apoyas en ellos para suplir la ausencia de todas aquellas personas a las que echas de menos. Pero de repente un día llega Londres y los echa fuera, como si alguien hubiera entrado por la otra puerta y estuviera empujando hasta que alguien sale disparado por el otro lado. Y así, poco a poco, van saliendo disparados todos esos nuevos amigos que habías hecho aquí.

El primero fue Igna y después Helena. En sus casos se hace menos difícil, primero porque los dos se fueron con un billete de vuelta pegado a la suela de su zapato, y segundo porque, si se diera el caso de que no volvieran, son españoles y sabes que el contacto siempre va a ser más sencillo. Pero hoy tuvimos las cervezas de despedida de Aaron, que se marcha la semana que viene. Aaron es de Nueva Zelanda, y dado que le surgió un problema familiar, de repente tiene que dejar Londres y volver a casa. Yo apenas le conozco... trabajamos en la misma oficina y simplemente compartimos las horas de la comida. No sé casi nada de él, pero Aaron es de esas personas que sabes que puedes contar c
on ellas. Ultimamente se había convertido en un gran apoyo para mí dentro de la oficina y sobre todo en mi principal fuente de sonrisas, y ahora que empezaba a conocerle mejor de repente ha sido escupido de la ciudad como todos los demás. Pero Aaron no lleva billete de vuelta, y él no se va a España, sino que se va a Nueva Zelanda. Esto me pone muy triste, me hace pensar que quizás no vuelva a verle nunca más, y lo peor de todo es asumir que eso es lo más probable.

Es duro, y es duro pensar que tienes que acostumbrarte a esto porque vas a tenerlo cada dos por tres. Yo llevo 4 meses y 3 despedidas, sin contar a mucha otra gente que se ha ido pero que no llegaron a ser tan cercanas. También hay que sumar la gente que ha estado en Londres "de paso", porque su vuelo hacía escala aquí, porque han venido a hacer un curso de inglés temporal o que simplemente han estado en Londres de vacaciones. Así, la lista de personas que echaba de menos se va haciendo cada vez más y más grande y el número de despedidas se va multiplicando.

Y es difícil acostumbrarse, por no decir imposible.
Supongo que se puede sobrevivir, intentando evitar pensar en ello, dejar a un lado estos pensamientos y mirar sólo hacia lo bueno de estar aquí. Pero creo que nunca se consigue apartarlos del todo. Sé que la morriña irá creciendo y poco a poco se irá comiendo todo lo demás hasta que Londres se agote por completo.

Supongo que llegará un día en que el frasco estará lleno y a punto de explotar. Supongo que ese será el día en que vuelva a casa. Como ellos.

Adios Aaron :(


sábado, 26 de julio de 2008

Hogar, dulce hogar (II)

Me he vuelto a librar de vivir debajo del puente... mecachis!! yo que ya me había hecho a la idea....
El caso es que al final he tenido la suerte de encontrar morada de una forma sencilla, una vez más, heredando habitación de alguien que se iba de Londres (en mi línea...). En este caso se trata de Helena, la chica española de mi oficina, q nos abandonó para irse a terminar su proyecto fin de carrera (polígona!! mucho ánimo y acaba prontito que aquí te echamos de menos!!)
Así que, después de la dura mudanza acarreando maletas de aquí para allá en el metro, ya estoy instalada en mi nueva casa...

Bueno, ya no es una casa, ahora es un piso. He cambiado el patio por una pequeña terraza, y el enorme salón por una sala un poco más modesta

Y ahora vivo en un edificio que poco tiene que ver con la casita victoriana en la que vivía antes pero que tiene otras ventajas.

El tema es el de siempre: tienes un presupuesto limitado y por lo tanto no puedes tener todo lo que quisieras. Si quieres vivir en el centro, pagarás por la zona y tendrás que sacrificar la calidad de la vivienda, y si lo que quieres es vivir en una buena casa pues tendrás que irte a las afueras. Cual es la mejor opción?? pues no lo sé... Personalmente, durante mis años de estudiante yo siempre optaba por un piso un poquito peor en una zona un poquito mejor, ya que para mí es más importante ahorrar tiempo en desplazamientos que tener una habitación más grande o un salón más bonito. Cuando llegué aquí y empecé a vivir en la casita de Hammersmith aprecié el hecho de vivir en una zona residencial alejada del bullicio de la ciudad, en una casa acogedora, con un patio para salir a tomar el aire y sin escuchar absolutamente ningún ruido excepto el de los pájaros por las mañanas. Y sí, es realmente gratificante vivir en una ciudad y olvidarte de ella cuando llegas a casa, pero la verdad es que al final tanta tranquilidad también aburre un poco (al menos a mi), y el hecho de estar tan a gusto en casa y tan lejos de todo hacía que mi vida transcurriera más alrededor del sofá de mi casa que alrededor de Londres.

Ahora vuelvo a vivir en la ciudad, tengo el metro y los buses a dos pasos, y un montón de tiendas y bares al lado de mi casa. Estoy más cerca de la oficina, del centro y también de mis "amigos" londinenses, ya que la mayoría de la gente vive en el Este, pues es más barato. Todavía no sé si voy a estar mejor o peor, ya que sólo llevo aquí una semana, pero estoy casi segura de que el cambio ha sido para mejor.

Sigo viviendo en una calle bastante tranquila....


pero que está justo detrás de la calle principal de Angel, donde están todas las tiendas, los bares... y el movimiento

Y la verdad es que se estaba muy bien en Hammersmith, pero ahora que estoy aquí, me doy cuenta de que echaba esto de menos!

jueves, 17 de julio de 2008

Summer Party bajo la lluvia

El viernes pasado tuvimos la "Summer Party" de la empresa. De summer tuvo poco, pero de party bastante... los responsables? estos dos... los fundadores de la firma.

Se trataba de una fiesta de disfraces, y el tema de este año era "Beach Party". (Si.... yo también me pregunto qué cerebro pensador tendría tan genial idea) El caso es que allá nos fuimos todos con nuestros atuendos veraniegos y la esperanza de que esa tarde brillara el sol, ya que, aunque había estado lloviendo toda la semana, ese día por la mañana había amanecido despejado.

Pero nada, una Beach Party no tendría ningún sentido si hiciera calor así que los dioses decidieron que sería más divertido pasarnos un poquito por agua y se dedicaron a regarnos durante toooooooooooooda la tarde... bueno, al menos había sombrillas!

Aún así, la fiesta estuvo muy divertida, y la lluvia no nos impidió pasarlo bien disfrutando de una buena barbacoa (también pasada por agua)

...de unas cuantas cervecitas y Pimms (bebida oficial del verano aquí)

y de una buena compañía...

Eso sí, a las 11 de la noche para casa, que tampoco es cuestión de hacer excesos!


lunes, 14 de julio de 2008

Mea culpa ?¿

Hoy hizo un buen día en Londres. Por la mañana hizo sol, y aunque a mediodía ya estaba nublado y se levantó bastante viento, seguía haciendo calorcillo veraniego en la ciudad. Así que al salir de trabajar decidí que no era cuestión de desperdiciar el habitual buen humor que me acompaña en los no-tan-habituales-aquí días de sol metiéndome en el metro en hora punta para llegar a casa sudando como un pollo y rebozada en los sudores de los demás pollos londinenses, y aproveché la coyuntura para ir a tomar una caña con Pedrini, que además hacía mucho tiempo que no le veía. Así me ahorro la hora punta, y después me cojo el metro con tranquilidad, me dije yo. Quién me iba a decir a mí que ese pequeño detalle en un día normal y corriente como el de hoy me iba a dar para escribir un post....

Me despedí de Pedrini y me dirigí a la estación de Enbankment, donde cogería la District Line que me trae directa a Hammersmith. La estación estaba bastante vacía a esa hora, como es habitual. Buena señal, con un poco de suerte podría ir sentada todo el trayecto, lo cual es un lujo que sólo se consigue en contadas ocasiones. El tren llegó también bastante vacío, y desde el andén pude divisar a una persona levantándose del asiento más cercano a las puertas del vagón. Ese es el mío, pensé. Y analicé la situación... 3 personas estaban delante de la puerta para bajar del tren, y otras tres estábamos fuera esperando para subir. Me situé en la esquina derecha de la puerta, hacia el lado donde había quedado el asiento vacío y durante los dos segundos que tardan éstas en abrirse sopesé la posibilidad de hacer oídos sordos al "please, allow the passangers off the train first" y deslizarme por la esquinita del hueco para hacerme con el preciado asiento antes de que alguien entrara por la otra puerta y me lo arrebatara. Puerta doble, 3 personas, yo ocupo poco... malo será no? creo que por una vez puedo saltarme las reglas...

CRASO ERROR!!! aberración!! indecente de mí!!! CASTIGADLA!!!!

Y así se hizo... justo en el momento en que yo apoyaba el primer pie en la plataforma del vagón, no sin antes haber calculado que el espacio entre la persona que estaba delante y el final de la puerta era suficiente para que mi cuerpo pudiera escurrirse entre ellos, algo inesperado me hizo detenerme. La mole-con-mochila que se situaba delante de mí hacia mi izquierda se desplazó unos centímetros hacia mi lado para terminar situándose justo en frente de mi. El otro lado de la puerta ya estaba vacío, pues las otras dos personas ya se habían apeado, pero el "justiciero del metro" siempre está dispuesto a sacrificar su propia comodidad para aleccionar a aquellos que se lo merecen. En ese momento yo dije sorry y me quedé quieta, para acto seguido recibir no un empujón, sino un buen empujón, al mismo tiempo que un "excuse me" salía de la boca de tan recta e íntegra persona. Pero no era suficiente, mi falta había sido tan grave que me merecía un castigo mayor, así que al justiciero no le quedó más remedio que tomar las medidas necesarias, y en lugar de continuar su camino se tomó la molestia de inclinar ligeramente su cuerpo hacia atrás para, con un nuevo impulso, propinarme otro buen empujón, esta vez convertido en un buen golpe en el pecho que me hizo agarrarme a la barra para no caerme hacia atrás y que todavía me está doliendo un poco.
Mea culpa, me lo tenía merecido, así que el buen justiciero ya pudo marcharse con la conciencia tranquila, no sin antes dejarme de regalo un SSSSHHHTIÚPID!! acompañado de la mirada más llena de ira y de rabia que he visto en mi vida. Lógico, después de lo que yo había hecho...

Gracias a este suceso, mi buen humor desapareció de cuajo en ese momento y la sensación de felicidad que tenía se convirtió en una mezcla de sensaciones que pasaron por la culpa, la indiferencia, la rabia y la impotencia para terminar condensádose en lástima. Y es que me da pena pensar que hay miles de personas como esta, que viven en constante ira y en constante odio hacia "los demás individuos que no son yo", que culpan al resto del planeta de sus desgracias, que no saben lo que es sonreír y por eso no soportan que los demás lo hagan, y que se buscan cualquier excusa para descargar su furia con el primero que encuentran porque no son capaces de enfretarse consigo mismos. Vale que esta vez fue mi culpa, aunque la reacción no tiene justificación, pero no es la primera vez que veo a gente que va avasallando en el metro o en la calle, empujando a todo el que se cruza en su camino, y haciendo por cruzarse con la gente para poder pegarse con ella.

Así que a todos vosotros, justicieros del metro, empujadores y demás despreciables personajes del estilo, aunque probablemente nunca me lea nadie como vosotros... si teneis un mal día, una mala época o una mala vida... los demás no os tenemos la culpa!! iros a casa y no salgais de allí, pero no lo pagueis con la gente que, al contrario que vosotros, somos felices.

domingo, 13 de julio de 2008

Let´s go dance

Esta semana tuvo lugar en las calles de Londres el Big Dance 2008. Se trata de un festival que intenta promover el baile como una forma de arte, de diversión y de ejercicio físico, que no entiende de edades y que además sirve como punto de unión entre las distintas culturas. Para ello, se organizaron unos cuantos eventos "bailarines" durante estos días en los que todo el mundo podía participar.

Como siempre... yo me enteré tarde, pero al menos pude asistir al cierre del festival, y aunque ya no podía participar, pues había que haberse inscrito antes, sí que pude acercarme a curiosear, ya que la idea me parecía de lo más interesante.

Tenían una página web donde colgaron unos vídeos con 3 tipos de coreografía diferentes para la misma canción. Cada uno de ellos iba con un color, así que tú te dabas de alta, escogías un color y te aprendías el baile correspondiente. Con eso, te ibas a Trafalgar Square y.... a bailar!

El resultado, lo que veis en las fotos, la plaza llena de gente de todas las edades y de lugares diferentes bailando al mismo tiempo una misma coreografía.


Y es que el baile no tiene fronteras y, cuando se trata de diversión... todos somos iguales!

Por supuesto, podías ver a algún que otro despistao luchando por seguir los pasos sin ningún resultado, pero ... se les perdona!